Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo encerrados en cuatro paredes, agobiados por nuestros problemas y corriendo por cumplir cada día con nuestras obligaciones.
Casi el 90% de los que nos lleva al médico son enfermedades relacionadas con el estrés. Cuando manejamos altos niveles de estrés, esto también se ve reflejado en nuestra piel y corremos el riesgo de agravar disfunciones dérmicas, como el eccema o psoriasis.
¿Y cuál es la mejor manera de afrontar estas preocupaciones?
Bajar el ritmo de la vida diaria y estar en contacto con la naturaleza más seguido.
Los efectos secundarios de estrés como el insomnio, la depresión o la presión
arterial alta, pueden ser curados no por una ida al doctor, si no por paseos regulares en la naturaleza. Cuando caminas, tu cuerpo produce mayores niveles de dopamina, un neurotransmisor conocido por su capacidad para combatir las formas leves de depresión y el dolor. Además, un paseo en la naturaleza puede originar un estado meditativo que te ayuda a despejar la mente. También te recarga de energía, ayuda a ordenar tus pensamientos y te permite tomar decisiones con más lucidez.
El aire que respiras en paseo por el bosque también tiene beneficios para tu salud. Este te ayuda a levantar tu estado de ánimo y tiene efectos revitalizantes. Además, se ha comprobado que en el aire del bosque se encuentran bacterias saludables, que al inspirarlas ayudan a tu sistema inmunológico.
¿Qué esperas para apagar tu computador, desconectarte de tu celular y salir a
disfrutar de todos los beneficios que la naturaleza tiene para ti?
1 comentario
Muy cierto. La solución la tenemos al alcance de la mano en nuestra naturaleza que nos brinda todos los elementos necesarios para estar en armonia. Muy lindo blog.